Carta Circular núm. 77
del Comisionado de Instrucción Pública,
don Mariano Villaronga, a los maestros del país

Biografía de don Mariano Villaronga

5 de enero de 1949 "Estimados compañeros: e regresado a la dirección de nuestro Departamento de Instrucción Pública después de año y medio de haberme retirado del cargo en circunstancias que todos recordarán. Aquel suceso, aunque de escasa importancia en lo personal, tuvo gran significación en el desarrollo democrático de nuestro sistema escolar. Recuerdo con emoción el respaldo generoso de ustedes en aquellos difíciles instantes.

Juramentación de don Mariano Villaronga como Secretario de Instrucción Pública

Hoy, comenzamos una segunda navegación al amparo de la más amplia autonomía en la administración del plan educativo. El nuevo régimen coloca mayor autoridad en nuestras manos a tiempo que fija mayor responsabilidad a nuestra encomienda. Nos brinda ocasión además para la creación de nuevos usos y tradiciones escolares. Es un camino que deberemos recorrer evitando errores y procurando aciertos.

El 16 de diciembre de 1946, al iniciar esa primera administración, saludé a ustedes. Aquellas palabras no han perdido vigencia ni actualidad. Las transcribe confiado en encontrar la misma resonancia cordial de entonces y el mismo claro entendimiento de nuestra tarea común."

Estudiantes (descalzos) frente a su escuela pública con el maestro en la puerta, a finales del siglo XIX bajo España. A la derecha: escuela a inicios del siglo XX, con la bandera norteamericana, tras la ocupación en 1898.

"He asumido la dirección de los asuntos educativos de nuestro gobierno con plena conciencia de las responsabilidades, los dificultades y los problemas inherentes a nuestro vasto y complicado sistema escolar, y con plena conciencia también de lo que significa la instrucción pública para el desarrollo cultural y económico de nuestro pueblo y para su niñez, tanto la niñez afortunada que logra acceso a las aulas, como la niñez desafortunada para la cual las puertas de la escuela no han podido abrirse. He asumido el cargo, además, consciente de que la misión que se me encomienda no es obra a realizarse per un solo individuo o pequeño grupo de individuos, sino que se trata de una empresa a la que tienen que contribuir miles de individuos dentro y fuera del sistema escolar. La colaboración del maestro en el aula es a ese respecto de tanta importancia como la del maestro encargado de la función directiva.

Tengo la certeza de que la administración que me toca presidir habrá de recibir de los maestros de Puerto Rico la misma colaboración desinteresada y generosa que recibieron otras administraciones. Tal colaboración puede traducirse en dar a la escuela, de día a día, la máxima dedicación profesional. Puede traducirse también en brindar a la nueva administración el beneficio de las observaciones y experiencias que a través del tiempo han venido ustedes acumulando. Pueden todos estar seguros que cualquier aportación en ese sentido habrá de recibir la mayor atención de mi parte.

Les saluda cordialmente,

Mariano Villaronga
Comisionado"