
“Pescao’, Pescao’ de Aguadilla, lo llevo
yo”
Estampas folclóricas de Puerto Rico
Por Haydée E. Reichard de Cancio, PHD
Aguadilla: su trasfondo histórico marino
Libros parroquiales de San Francisco de la
Aguada
Dominicanos en P.R. siglo 18
La Bombonera Encounter
Guingambó, chayote, lechosa
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os pregoneros y los revendones de nuestra Isla son parte
innata de la imaginación
popular de nuestro
pueblo.
Hoy casi en decadencia
el recuerdo de otra
época, nos trae a la mente
a aquellos hombres
y mujeres de pueblo que
gustaban cantar por
las calles y caminos de
nuestro país a algunas
particularidades de sus
productos, bien fueran
pescadores, carboneros,
vendedores de huevos,
piragüeros que le daban
vida y alegría a
la vida cotidiana, “pregonando
sus mercancías
en rimas”.
El panadero que cantaba “Pan, pan caliente, para la buena gente”.
Tal vez el vendedor de pasteles que pregonaba:
“Pasteles calientes, para las viejas que
no tienen dientes”. El ver algún niño limpiabotas
que gritaba con bríos: "¡Brillo!, ¡Brillo,
Brillo! ¡Vamo’ a Brillarlo! ¡Vamo’ a brillarlo!".
Muchos de estos pregones aludían a peculiaridad
del trabajo que ejecutaban.
Hace un par de meses una
tarde escuché timbrar
el teléfono de mi casa
y cuando lo levanté
sólo escuché que salía
del audífono una canción
donde unas voces cantaban
una melodía que
decía:
“Pescao, pescao’ de Aguadilla...lo llevo
yo.
Pescao , pescao’
de Aguadilla lo llevo yo.
Hay que bueno está
mi pescao’
pa’ comerlo con plátano
asao.
Morenita de mi vida
que venga a mi lao.”
Pa’ que pruebe que
bueno está mi pescao’”
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De repente paró la música y una voz me dijo:
- ¿Conoce la pieza
y el intérprete?
A lo que contesté
que no, pero que sí sabía
quién me estaba llamando.
¡Quién otro que
el famoso coleccionista
de música del ayer
don Ismael Serrano! Me dijo que la pieza se llamaba “Pescao’
de Aguadilla”, que Rafael Hernández a había compuesto en
México en 1930 en el Restaurante El Grillón
y fue grabado por el primer Cuarteto Victoria
y que uno de los cantantes en la melodía
era el propio Rafael. |
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Cuarteto Victoria hacial el 1935
De pie de izquierda a derecha: Pepito Arvelo,
Rafael Rodríguez,
Rafael Hernández y Davilita.
Sentada: Myrta Silva.
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El señor Serrano me consiguió una copia y
la canción es más bien
el canto de un pregonero
o revendón de pescao por
las calles de Aguadilla.
A igual que el Jibarito,
el revendón viene
a la ciudad a vender su
carga... “su pescao’
de Aguadilla” llevando
en su “polín”, hecho
de yagrumo macho amarrados
con la fibra de
la hoja de palma la pesca
del día.
El compositor conoce muy bien lo que se pesca en su Aguadillita, especialmente
en su barrio Tamarindo. El pregonero sigue
vendiendo su pescao’ al son de la música
y los va enumerando desde el sábalo, la carita,
el salmón, pescao’ vaca y la chopa, “la doy
de ñapa”. Y para la sopa lleva la cabeza
de mero y de tiburón. Termina el pregón llamando
a los vecinos de la ciudad y jurándole por
su madre, que sí no le compran el pescao’
se lo voy a regalar. Y repite "pescao’,
pescao’ de Aguadilla...".
El vendedor de pescao’
se convierte en un
juglar que canta
sus necesidades y sentimientos
íntimos en un monólogo
lírico.
La canción es poco conocida pero como mucha gente dice que Rafael Hernández se olvidó de su pueblo quise mencionar esta
pieza entre otras que algún día comentaremos. |
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Pescador de Aguadilla
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