Iglesias de Puerto Rico: Manatí

Plano de 1864, fachada neoclásica. En 1645, era la iglesia de Manatí una de las únicas ocho existentes en toda la Isla. La iglesia fue construida en piedra hacia la década del 1770. Fue casi destruida en el terremoto de 1875. Es una de las pocas iglesias sin bóvedas que aún perduran en Puerto Rico. Nótese al fondo del templo, en la foto a la derecha, la torre-campanario de curiosa forma cilíndrica al estilo islámico. Sus registros de Bautismos comienzan con los del 1744, los de matrimonios se remontan al 1818, los de Confirmaciones al 1859 y los de Defunciones al 1808. Lea datos sobre su Capitán fundador. Foto del plano: Luis R. Negrón Hernández	_	Iglesia parroquial Nuestra Señora de la Candelaria Fotógrafo: MANUEL SANTIAGO. Datos: foto tomada en horas de la mañana con una cámara Pentax SLR 35, con película FUJI 800. PARROQUIA NTRA. SRA. DE LA CANDELARIA tel. (787) 854-2013 Calle Betances Padial Manatí, Puerto Rico 00674 Año de Fundación : 1738 Fiesta Patronal : 2 de febrero

ray Iñigo Abbad y Lasierra: Historia geográfica, civil y natural de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico; 1782.

Manatí: El pueblo está al extremo de una hermosa véga, a la falda de -un collado que lo circumvala, por el oriente el río, que trae su nacimiento de las montañas de Loquillo, lo ciñen por el mediodía y poniente; al norte corre hasta la mar una espaciosa llanura, que cultivan algunos hacendados.

La población consiste en cuatro hileras de casas, que forman un espacioso cuadro, en cuyo centro queda una gran plaza, y en medio de ésta, en sitio algo elevado sobre pretiles, está edificada la iglesia parroquial, que es la más bien construida, hermosa y capaz de toda la Isla.

El vecindario de esta parroquia, que se compone de 447 familias con 3096 almas, habitan la ribera del río, que es fertilísima para toda especie de plantas y semillas. La caña de azúcar rinde con exceso a otras tierras; el café, arroz, maíz, tabaco, frijoles y otras legumbres que cultivan se multiplican pasmosamente, y transportan a la Ciudad, no obstante que dista más de siete leguas de caminos pantanosos, cruzados de ríos. En este comercio, en la ceba de ganados y en algunos trapiches de poca entidad, consisten todos sus bienes: la falta de puerto para extraer los frutos, o la de caudales para fomentar los ingenios, o la poca actividad de los colonos, o todas estas causas juntas, malogran más de cinco leguas de excelente tierra, que se presenta a lo largo del río en una frondosa vega. Sobre ésta corren algunos brazos de la cordillera que cruza la Isla, de los cuales podían sacarse porciones muy considerables de cedros, ceibas, laureles, osuas, úcares, nogales, robles y otras especies de árboles eminentes, que coronan aquellas sierras, cuya conducción facilita el río, que lleva siempre bastante caudal de aguas y desemboca a poca distancia del pueblo.

FUENTES: Rodríguez, Mario A., "Los registros parroquiales..."; Marvel, Thomas y María Luisa Moreno, "La arquitectura de templos parroquiales de Puerto Rico"; Miyares González, Fernando, "Noticias particulares de la Isla..."; Abbad Lasierra, fray Iñigo, op. cit; Archivo General de Puerto Rico, Fondo de Obras Públicas, serie Edificios religiosos.