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Plano del 1887 de la iglesia; original en el Archivo General de Puerto Rico, Fondo de Obras Públicas, serie Edificios religiosos, caja 4. La torre sur fue destruida en el terremoto del 1918, y sustituida tres años después por una más pequeña según podemos apreciar en la foto a la derecha. Parroquia San Carlos Borromeo Apartado 238 Aguadilla, P.R. 00605 Tel. (787) 891-0575

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Iglesia parroquial San Carlos Borromeo y Nuestra Señora de la Victoria, de Aguadilla HAYDÉE E. REICHARD DE CANCIO, PHD Luis R. Negrón Hernández - editor, arte

omo en casi toda la América Española, la construcción de la iglesia parroquial marca el acta de nacimiento de un pueblo. La iglesia parroquial San Carlos Borromeo y Nuestra Señora de la Victoria se comenzó a construir en 1775, año en que se fundó Aguadilla, cuya fecha que fue grabada en las primeras campanas que tuvo el templo. La Iglesia se comenzó a construir en una cuerda de terreno donada por doña Luisa Orjales. Los frailes franciscanos de la Parroquia de San Francisco de la Aguada ofrecían la Santa Misa y administraban los Sacramentos desde 1770 en una casa de madera propiedad de don Andrés de la Rosa, frente a la plaza de recreo al lado contrario de la actual Iglesia. En 1775 don Fernando Miyares González visitó a Aguadilla y expresó lo siguiente: En este corto tiempo han dado manifiestas pruebas los nuevos pobladores de la justicia con que les protegió, pues se dedican [los aguadillanos] incesantemente a la conclusión de la iglesia, cuya fábrica siguen de piedra. Un año más tarde Fray Iñigo Abbad escribía: en el centro de la arboleda muy cerca a la cueva [refiriéndose al manantial conocido como el Ojo de Agua], está la iglesia, que es pequeña, pero hermosa, y sirve de parroquial a esta población, que consta de 58 casa situadas a lo largo de la orilla del mar. El Dr. Agustín Stahl en su obra Fundación de Aguadilla escribió: “sabemos que las piedras con que se fabricó [la Iglesia] fueron cargadas al sitio por las señoras del pueblo". La nueva Parroquia se funda el 21 de marzo de 1780, siendo obispo D. Fr. Manuel Giménez Pérez con una feligresía de mil quinientas almas. Como no tenía Párroco propio, la asistencia espiritual estaba a cargo del presbítero don Manuel Pizarro, Teniente cura de la Iglesia de San Francisco de la Aguada. Como era la costumbre en esos tiempos el campo santo estuvo localizado en el lado norte del templo. En ciertas ocasiones se enterraron personas principales de la localidad en las criptas bajo las losas del templo. Cuando se restauró la Iglesia para los años '70 se encontraron huesos humanos en los predios de la iglesia. A principios del siglo XIX, cuando se descontinuó el enterramiento en las iglesias, el gobierno municipal adquirió por compra un solar en el lugar conocido como “Las Piedras”. Los primeros libros de bautismos y de matrimonios datan del 1780. Y la primera partida de bautismo de un esclavo es del 1880. El primer párroco en propiedad lo fue don Andrés Ricardo Martínez (1783-1817). En su interesante trabajo Apuntes de Historia Eclesiástica Aguadillana, el profesor Roberto Fernández Valledor nos dice sobre este sacerdote lo siguiente: durante su incumbencia, Aguadilla fue visitada pastoralmente el 28 de agosto de 1787 por el entonces obispo de Puerto Rico, Sr. Dr. D Felipe Trespalacios y Verdeja. Más tarde en diciembre de 1797, por el Ilmo Obispo Fr. Juan Bautista Zengotita Vergara. El Pbro. Andrés Ricardo Martínez, junto al Párroco de Aguada, Pbro. Pedro José Madiedo, fue acusado por el Gobernador Salvador Mélendez ante las autoridades eclesiásticas de ser contrario a la causa de España. Como los denunciados solicitaran que especificaran los hecho concretos de su delito, el gobernador Meléndez demandó de las autoridades que se procediese a castigarlos con solo su denuncia. Es importante mencionar que durante la visita pastoral del Obispo Zengotita a Aguadilla en diciembre de 1797, el puerto de Aguadilla fue atacado por sorpresa por una flota británica. La historiadora Cristina Campo Lacasa relata el hecho de la siguiente forma: Durante tres horas los ingleses sometieron al puerto de Aguadilla a un intenso bombardeo. El hecho de coincidir este ataque con la estancia de Zengotita en el pueblo influyó, sin duda, en la moral de los defensores que soportaron heroicamente los primeros momentos del furioso fuego enemigo, para reaccionar y rechazar definitivamente el ataque el mismo día 26.” En el legajo #2527 folio 121 del Archivo de las Indias de Sevilla, en los papeles de la audiencia de Santo Domingo encontramos esta información sobre lo que le ocurrió a la Iglesia, que hacía sólo diecisiete años que se había construido: “el Obispo Sr. D. Juan Bautista de Zengotita, el que desde antes de empezar la función había corrido toda la línea y animado a los paisanos vecinos del pueblo, se retiró durante ella a la Iglesia Parroquial, sin embargo de ser sitio nada seguro, y donde dieron tres balazos… En 1820 el monarca español Don Fernando VII fue despojado del poder en España. Ante su restitución tres años más tarde en diciembre de 1823 y con la presencia en la Villa de San Carlos Borromeo y Nuestra Señora de la Victoria del Excelentísimo don Mariano Rodríguez de Olmedo y Valle, obispo de la Diócesis de Puerto Rico, se celebró una gran festividad en la localidad. Su alcalde Don Manuel Loperena acompañado de las autoridades constitucionales, del Comandante Militar y un piquete de tropa; y luego de haberse hecho en la Batería la correspondiente Salva, las tropas se movieron hacia la Iglesia Parroquial donde el Obispo Rodríguez de Olmedo ofició una Misa. Terminada la Eucaristía el Prelado se dirigió a la feligresía en un conmovedor discurso. Concluyó el Acto con un Te Deum, y durante la bendición con el Santísimo el “piquete” de soldados de la Batería hizo varias descargas. Así consta en un viejo documento de 1823. El historiador Dr. Herman Reichard Esteves en su “Historia de la Bicentenaria Parroquia de San Carlos Borromeo de Aguadilla “, nos comenta que: cuando el Ilmo. Dr. Pedro Gutiérrez de Cos vino a ocupar la sede episcopal de Puerto Rico, procedente de La Habana, desembarcó por Aguadilla. En enero de l830 fue nuevamente recibido aquí en visita pastoral. Escribió el Dr. Agustín Stahl como los ancianos de principio del siglo XX en Aguadilla recordaban cuando fueron confirmados por el Obispo Don Gil Esteve y Tomás en su visita pastoral de 1852. El Obispo era tan buen orador que: siendo el tiempo delicioso en los días de su visita y no pudieron la iglesia contener el inmenso gentío que acudía a escuchar al elocuente orador sagrado, predicaba al pueblo reunidos en la plaza, desde el balcón de la casa de Don Manuel de la Rosa… El obispo vino acompañado por el predicador Fray Pablo Benigno Carrión de Málaga, quien sucedió al obispo Gil de Esteve como Obispo de la Diócesis. Muchas de las advocaciones marianas que llegaron a la Isla se debieron a las oleadas de emigrantes como los catalanes, canarios, dominicanos y mexicanos que trajeron consigo sus devociones y advocaciones particulares. Sin embargo, cabe apuntar que Prelados como el obispo Juan Bautista Zengotita, introdujo a la Isla la devoción a la Virgen de las Mercedes; el Obispo don Gil Esteve Tomás inició la devoción a la Virgen de la Providencia Patrona de Puerto Rico en 1851, y el Obispo Fray Benigno Carrión difundió a través de la Isla la devoción a la Medalla Milagrosa. Para 1843 la devoción a la Milagrosa y su Medalla era conocida en las dos bandas de la Isla. Estos Prelados ayudaron al crecimiento de la devoción a María tan característica del aguadillano. Cuando uno de estos obispos visitaba la Villa luego del recibimiento protocolar, el pueblo con desfiles y vítores le daba la bienvenida. Luego el ilustre visitante era recibido en casa de algún alto dignatario o en alguna casa particular por no contar la parroquia con casa propia. No es hasta mediados del siglo XX, que se construye la modesta casa que se encuentra en la parte sur del atrio como residencia de los sacerdotes, hoy Salón San José. Luego en 1942 se construyó la Casa Parroquial de arquitectura “mission style”, en la Calle de La Marina ó Comercio. La misma fue demolida al ser vendida al Municipio de Aguadilla en 1998 por la Orden Redentorista al ellos dejar la Parroquia. En agosto de l999, el Obispo de Mayagüez Ulisses Casiano Vargas adquirió una residencia de dos plantas en la calle Betances de esta localidad para los Padres Diocesanos que ahora están a cargo de esta Parroquia. En 1858, Aguadilla es declarada parroquia de término con una dotación de 1,500 pesos al año. El Profesor Fernández Valledor nos brinda una nota curiosa sobre el Cura y Interino de esta Parroquia el Dr. José Planas Casas. Éste: dejó la parroquia en diciembre de 1870 para figurar en la papeleta del Partido Liberal Conservador, como candidato por el Quinto Distrito, Aguadilla, en las elecciones del 20 de junio de l871. Fue derrotado por el candidato liberal don José de Escoriaza y Cardona. A los pocos días de finalizar los comicios, se reintegra de nuevo a la parroquia. ARQUITECTURA DE TEMPLO Don Ernesto de La Orden Miracle ha escrito que la mayoría de las iglesias de la Isla en el siglo XVIII y XX, “ostentan líneas neoclásicas muy sencillas y nobles, debidas a la modestia de los maestros de obras locales o a gusto académico de los ingenieros militares.” Menciona entre ellas la de Aguadilla. La iglesia originalmente tenía una sola torre al lado sur y sólo tenía una puerta de entrada en forma de arco. En Acta Municipal de 1855 se lee: El 21 de agosto de 1855 se trató de nuevo sobre la necesidad de construir una nueva iglesia por encontrarse sumamente deteriorada la que existe hoy ya que fue edificada en el año de 1775, hace cien años. El costo de la nueva iglesia se calcula en treinta mil pesos aproximadamente. Se acordó enviar copia del particular al Señor Gobernador y Capitán General. Un mes más tarde, el 10 de septiembre de 1855, la Asamblea discutió el acuerdo tomado el 10 de mayo de 1855 para la construcción de la Casa Parroquial. Se le pidió al Síndico Don Rafael del Valle una opinión de la Junta. En junio por acuerdo de la misma Junta se informó al Superior Gobierno que no existían fondos para pagar la casa que pretendía el Señor cura ni sus alquileres. Además escribió: extraña pretensión del Señor Presbítero Cura Regente de esta Parroquia, Don Esteban Mariani relativa a que esta Municipalidad además de la dotación fija del Curato que le pasa conforme al dispuesto para todas las Parroquias de la isla, le dé casa en que vivir ó le satisfaga los alquileres de la que habita…. Sabido es que cuando se ha determinado la cuota que debían asignarle, se han tenido en cuenta los gastos indispensables para sostener con la dignidad debida el puesto que ocupan en la sociedad… Para 1879 el sostenimiento del Clero y Culto era de 3,749 pesetas y 96 céntimos. Es importante recordar que el Estado cubría los gastos de la Iglesia y el Clero ya que bajo la bandera española la religión oficial de la Madre Patria era la Católica. Por esa razón, cuando el cambio de soberanía en l898, la Iglesia Católica tuvo mucho problema para el sostenimiento de la Iglesia y el Clero. Se comenzaron para ese entonces las colectas en las Misas y a pedir donativos. Muchos de los sacerdotes españoles regresaron a su país natal, y comienza a principios de este siglo XX la llegada de Ordenes religiosas norteamericanas para llenar el vacío de los sacerdotes que partían. El clero puertorriqueño era casi inexistente y no había Seminario Católico en la Isla. Foto: procesión frente a la iglesia parroquial en el siglo antepasado. Para 1862 se construye la torre norte donde se colocó el reloj, comprado con donativos de jóvenes aguadillanos. Doce años más tarde se levanta una nueva torre al lado sur de igual altura además se repara el atrio. En el libro Templos parroquiales de Puerto Rico, los autores Marvel y Moreno ellos señalan que las columnas de la arquería en el interior son reforzadas en 1885 al levantarse la altura de los muros exteriores. En 1887, planos por el arquitecto del Estado don Pedro Cobreros presentan tres arcos apuntados con cornisa y dos torres en la parte frontal de templo. Sobre su interior el Dr. Hérman Reichard ha escrito, conserva la iglesia: la solidez de sus recios paredones, la arquería interior que separa las tres naves, y la bóveda vaída sobre el ábside. Las columnas interiores, en las cuales se apoyan los arcos de medio punto que sostienen la bóveda, eran ochavadas, forma que perdieron al ser reforzadas en ocasión de haberse aumentado la altura de las paredes exteriores. La Iglesia sufrió grandes daños a causa del terremoto de 1918. Su torre Sur donde estaba colocado el campanario tuvo que ser demolida, en parte por ser una amenaza para la población. La administración de la Central Coloso envió la maquinaria y los ingenieros para el trabajo. Expresan los autores T. Marvel y María L. Moreno: A raíz del terremoto de 1918, se hicieron cambios a la fachada de esta iglesia. La torre sur se reconstruyó con menor altura que la original. La cornisa recta que terminaba el frontil fue sustituida por líneas curvas ascendentes que añaden una nota algo caprichosa a una fachada originalmente mucho más severa … En el interior se encuentra el único ejemplo existente de un ábside cubierto con bóveda de aristas y no con una cúpula o bóveda de medio cañón. En un próximo artículo narraremos la trayectoria de la Iglesia parroquial a partir del cambio de soberanía hasta el presente. *Si luego de leer estas páginas desea ayudar en la reconstrucción de esta bicentenaria parroquia puede enviar tu donativo a: Parroquia San Carlos Borromeo Apartado 238 Aguadilla, P.R. 00605 Lista de los Registros parroquiales por años: Bautismos: Matrimonios: comienzan en 1780-81 desde 1803-04 Defunciones: desde 1786

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