Lo que dice el Catecismo católico sobre la
homosexualidad
El Papa en la Jornada Mundial de la Juventud
en Brasil
El Obispo de Roma: llamado a confirmar en
la fe, el amor y la unidad
Huir ante el pecado y acogerce a la gracia
de Dios
Descripción con nuevas variaciones del escudo
y lema del Papa Francisco
Cardenal Begoglio en el Sínodo de la Eucaristía
Libros escritos por Benedicto XVI (obispo
emérito de Roma)
Juan Pablo II : su vida en fotos
Libros escritos por el Papa Juan Pablo II
|
|
|
CIUDAD DEL VATICANO, 2013 (VIS).
PAPA FRANCISCO ELEGIDO HOMBRE DEL AÑO POR
TIME MAGAZINE
El director de la Oficina
de Prensa de la
Santa Sede, Padre Federico
Lombardi, ha comentado
así la elección de Papa
Francisco como “Hombre
del año” por Time Magazine:
“La decisión no sorprende, teniendo en cuenta la resonancia y la gran
atención despertadas por la elección del
Papa Francisco y por el principio del nuevo
pontificado. Es una señal positiva que uno
de los reconocimientos más prestigiosos en
el ámbito de la prensa internacional se atribuye
a quien anuncia al mundo valores espirituales,
religiosos y morales y habla resueltamente
a favor de la paz y de una mayor justicia.
Por cuanto respecta al Papa, no busca ni
fama ni éxito, porque cumple con su servicio
anunciando el Evangelio del amor de Dios
por todos. Si esto atrae a los hombres y
a las mujeres y les da esperanza, el Papa
está contento. Si esta elección como “Hombre
del año” significa que muchos han entendido
-por lo menos implícitamente- este mensaje,
seguramente, se alegra”.
|
|
|
NO ESTAREMOS SOLOS EN EL JUICIO FINAL
El Papa ha dedicado la última de sus catequesis
sobre el Credo a su último
artículo: “Creo
en la vida eterna”, deteniéndose
en particular
en el Juicio Final.
“Cuando pensamos en el regreso de Cristo y el juicio final que revelan hasta sus
últimas consecuencias lo que cada uno haya
hecho o dejado de hacer durante su vida terrena
-ha afirmado ante las 30.000 personas presentes
en la Plaza de San Pedro para la audiencia
general-, percibimos que estamos ante un
misterio que es más grande que nosotros y
ni siquiera podemos imaginar. Un misterio
que despierta casi instintivamente un sentimiento
de temor, y quizás incluso de trepidación.
Sin embargo, si reflexionamos acerca de esta
realidad, el corazón del cristiano se ensancha
porque constituye una gran fuente de consuelo
y confianza”.
Francisco ha explicado que al respecto, el
testimonio de las primeras comunidades cristianas
es muy interesante ya que acompañaban las
celebraciones y oraciones habituales con
la aclamación 'Maranatha' que se puede entender
sea como una súplica: "¡Ven, Señor ",
o como una certeza alimentada por la fe:
"Sí, el Señor viene el Señor está cerca”.
Con esa exclamación culmina toda la Revelación
cristiana, al final de la contemplación maravillosa
del Apocalipsis de San Juan en que la Iglesia
-esposa en nombre de toda la humanidad se
dirige a Cristo, su esposo, “a la espera
de ser envuelta en su abrazo, que es la plenitud
de vida y amor”. Y “si pensamos en el juicio
desde esta perspectiva, el miedo y la duda
cesan y dejan lugar a la profunda alegría
y la expectación. Será el momento en que
se nos juzgará, finalmente dispuestos, a
ser revestidos con la gloria de Cristo”.
Una segundo motivo de confianza “es la consideración de que, en el momento
del juicio, no estaremos solos.... Qué bueno
saber que en ese momento, podremos contar
con Cristo, nuestro Abogado ante el Padre
y con la intercesión y la benevolencia de
tantos hermanos y hermanas nuestras que nos
han precedido el camino de la fe... y que
siguen queriéndonos de manera indescriptible!
Los santos que ya viven viendo a Dios, en
el esplendor de su gloria rezan por nosotros
que seguimos viviendo en la tierra”.
El tercer elemento nos lo ofrece el Evangelio
de Juan cuando afirma que "Dios no envió
a su Hijo al mundo para condenarlo, sino
para que el mundo sea salvo por él”. “Esto
significa que el juicio comienza ya en nuestra
existencia. Es un juicio que se pronuncia
en cada momento de la vida, como reflejo
de nuestra fe de la salvación presente y
operante en Cristo, o de nuestra falta de
fe, con el consiguiente cierre en nosotros
mismos... La salvación es abrirse a Jesús.
Si somos pecadores el Señor nos perdona,
pero tenenos que abrirnos al amor de Jesús
que es más grande que todas las cosas; pero
abrirse significa arrepentirse”.
“El Señor Jesús -ha finalizado el pontífice- se ha entregado y sigue entregándose a nosotros,
para colmarnos de toda la misericordia y
la gracia del Padre. Por tanto, de alguna
manera podemos ser los jueces de nosotros
mismos, condenándonos con nuestras manos
a la exclusión de la comunión con Dios y
con los demás... No os canséis, por lo tanto,
de velar sobre nuestros pensamientos y nuestras
actitudes, para saborear ya desde ahora la
calidez y la belleza del rostro de Dios,
que en la vida eterna contemplaremos en toda
su plenitud”.
FRANCISCO DENUNCIA EL ESCÁNDALO MUNDIAL
DEL HAMBRE
”Una sola familia humana, alimentos para
todos”, es el lema de la campaña mundial
contra el hambre en el mundo lanzada hoy
por Caritas Internacional y a la que se ha sumado el Santo Padre con
un mensaje en vídeo visible en el sito de
esa organización.
La campaña de Caritas ha comenzado con una “ola de oraciones”,
partida de las Islas del Pacifico, en concreto
Samoa, a las 12 de la mañana, hora local,
mientras las organizaciones Caritas participan, en sus propios países, siempre
a las 12.00, en un servicio religioso con
oraciones y reflexión, sobre el tema del
hambre.
El inicio ha tenido lugar en Roma, con una conferencia de prensa en la basílica
de Santa Cecilia, a la 10.30 de la mañana
que ha contado con la participación, entre
otros, del Secretario General de Caritas Internationalis, Michel Roy, el director de Caritas Senegal,
Abbé Ambroise Tine, el director de la Caritas diocesana de Roma, Mons. Enrico Feroci,
y Ferruccio Ferrante, de Caritas Italiana.
En el curso de la conferencia se ha proyectado
el vídeo del Papa cuyo texto reproducimos
integralmente:
|
|
Descripción del escudo
y lema del Papa Francisco
|
“Queridos hermanos y queridas hermanas:
Hoy tengo el placer de anunciarles la “Campaña
contra el hambre en el mundo”, lanzada por
nuestra Caritas Internationalis y comunicarles que es mi intención darle
todo mi apoyo.
Esta Confederación, junto a sus 164 organizaciones
miembros, está hoy empeñada en 200 países
y territorios de todo el mundo y su labor
es el corazón de la misión de la Iglesia
y su atención hacia todos aquellos que sufren
por ese escándalo del hambre, con el que
el Señor se identificó cuando dijo: “Tuve
hambre y me diste de comer”. Cuando los apóstoles
le dijeron a Jesús que las personas que habían
llegado para escuchar sus palabras también
tenían hambre, Él les animó a que fueran
a buscar comida. Como ellos también eran
pobres, sólo encontraron cinco panes y dos
peces pero, con la gracia de Dios, llegaron
a dar de comer a una multitud de personas,
recogiendo incluso lo que había sobrado y
evitando así cualquier despilfarro.
Nos encontramos ante un escándalo mundial de casi mil millones de personas. Mil millones
de personas que todavía sufren hambre hoy,
no podemos mirar a otra parte, fingiendo
que el problema no exista. Los alimentos
que hay a disposición hoy en el mundo bastarían
para quitar el hambre a todos.
La parábola de la
multiplicación de
los panes
y los peces no enseña
precisamente eso:
que
cuando hay voluntad,
lo que tenemos no
se
termina, incluso
sobra y no se pierde.
Por eso, queridos hermanos y hermanas, les
invito a que hagan un lugar en sus corazones
para esta urgencia, respetando ese derecho
que Dios concedió a todos, de tener acceso
a un alimentación adecuada. |
|
La Luz de la fe.
Lumen Fidei:
Primera carta enciclica
del Papa Francisco |
Compartamos lo que tenemos, con caridad cristiana, con todos aquellos que se ven obligados
a hacer frente a numerosos
obstáculos para
poder satisfacer una necesidad
tan primaria
y, a la vez, seamos promotores
de una auténtica
cooperación con los pobres,
para que a través
de los frutos del trabajo
de ellos y de nuestro
trabajo podamos vivir una
vida digna.
Invito a todas las instituciones
del mundo,
a toda la Iglesia y a cada
unos de nosotros
mismos, como una sola familia
humana, a dar
voz a todas las personas
que sufren silenciosamente
el hambre, para que esta
voz se convierta
en un rugido capaz de sacudir
al mundo.
Esta campaña quiere ser también una invitación a todos
nosotros, para que seamos conscientes de
la elección de nuestros alimentos, que con
frecuencia significa desperdiciar la comida
y usar mal los recursos a nuestra disposición.
Es también una exhortación para que dejemos
de pensar que nuestras acciones cotidianas
no tienen repercusiones en la vida de quienes
-cerca o lejos de nosotros- sufren el hambre
en su propia piel.
Les pido de todo corazón, que apoyen a nuestra
Caritas en esta noble Campaña, para actuar como
una sola familia, empeñada en asegurar alimentos
para todos.
Roguemos al Señor para
que nos conceda la
gracia de ver un mundo
en el nadie deba morir
de hambre. Y pidiendo esta
gracia, les doy
mi bendición”.
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, GUÍA PARA
DESENMASCARAR AL ÍDOLO DINERO
Ciudad del Vaticano, 22 de nov. 20113 (VIS).
- El Santo Padre envió ayer un video mensaje
a los participantes del Tercer Festival de
la Doctrina Social de la Iglesia, que se
celebra en Verona (Italia) del 21 al 24 de
noviembre. Este año su tema es: “Menos desigualdad,
más diferencias”. “Un título -dice el Papa-
que pone de manifiesto la plural riqueza
de las personas, como expresión de los talentos
personales y toma distancia de la homologación
que mortifica y paradójicamente aumenta las
desigualdades”.
El Pontífice dedica unas palabras a los jóvenes, “la fuerza para continuar hacia delante”
y a los ancianos “la memoria del pueblo”.
“El reconocimiento de las diferencias valoriza
a las personas, al contrario que la aprobación,
que es el riesgo de tirarlos a la basura,
porque no son capaces de captar el significado.
|
|
La Luz de la fe. Lumen Fidei:
Primera carta enciclica
del Papa Francisco
|
Hoy en día, los jóvenes y los ancianos son
considerados residuos, porque no responden
a las lógicas productivas en una visión funcional
de la sociedad; no cumplen ninguno de los
criterios útiles de inversión. Se dice que
son "pasivos", que no producen,
y en la economía de mercado no son sujetos
de producción. No debemos olvidar, sin embargo,
que los jóvenes y los ancianos llevan cada
uno su riqueza: ambos son el futuro de un
pueblo”.
“Pienso también en la Doctrina Social de la
Iglesia -continua-. El Magisterio social es un gran
punto de referencia, que representa una orientación
resultado de la reflexión y la actividad
virtuosas. Es muy útil para no perderse.
Los que trabajan en la economía y las finanzas
están sin duda atraídos por el lucro y si
no tienen cuidado, su trabajo se enfoca sólo
hacia el mismo beneficio, convirtiéndose
en esclavos del dinero. La Doctrina Social
contiene un gran patrimonio de reflexiones
y de esperanza que es capaz incluso hoy de
guiar a las personas y mantenerlas libres.
Se necesita valor, pensamiento y el poder
de la fe para estar dentro del mercado guiados
por una conciencia que se centra en la dignidad
de la persona y no del ídolo dinero”.
Francisco concluye el mensaje hablando de
la cooperación y recuerda que siendo niño
escuchó a su padre hablar de la cooperación
cristiana en una conferencia. “En ese momento
me entusiasmé con este tema y vi que éste
era el camino -dice- ...El trabajo y la dignidad
de la persona se dan la mano. La solidaridad
también se aplica para garantizar el trabajo;
la cooperación representa un elemento importante
para asegurar la pluralidad de presencias
entre los que dan trabajo. Hoy en día es
objeto de algún malentendido incluso a nivel
europeo, pero creo que no considerar actual
esta forma de presencia en el mundo de la
producción constituye un empobrecimiento
que deja espacio a la homologación y no promueve
las diferencias y la identidad”.
| San Ignacio de Loyola: Alma de Cristo |
| CURAS FELICES | ORACIONES POR LAS VOCACIONES |
| ASESINATO DEL ARZOBISPO ROMERO |
| MI AMIGO Y MENTOR: EL PADRE ALVARO |
| LIBROS CATÓLICOS |
| CARTA A DIOS |
Visite nuestra sección Amén
|